La tecnología adecuada para una asistencia a distancia

asistencia a distancia

¿La asistencia a distancia crea distancia?

Es una pregunta compleja: ¿la tecnología nos aleja de nuestro profesional de referencia o nos ayuda a sentirnos más acompañados cuando no puede haber un contacto presencial? La repuesta, como siempre, está en el cómo.

En el caso de las visitas presenciales, la importancia del contacto es innegable. De la misma manera que tampoco podemos obviar que las personas de cierta edad muchas veces no están familiarizadas con el manejo de la tecnología.

Dicho esto, las visitas presenciales también presentan sus problemas, sobre todo cuando se trata de visitas recurrentes o de control con el profesional:

  • Desplazamientos innecesarios y a veces dificultosos
  • En el caso de las personas mayores, no siempre disponen de medio de transporte o necesitan que un familiar los acompañe
  • Largas esperas en la sala de espera
  • Fuera de la hora concreta de la visita, es difícil poder hablar con el profesional

Además, el aumento de los costos de la atención médica; el deseo los pacientes y sus familias de tener una mayor – y mejor – atención por parte de los profesionales asistenciales; la cronificación de muchas enfermedades (y el consecuente aumento en el número de pacientes crónicos que necesitan atención), y la escasez actual de profesionales de la salud, son todos factores que abren las puertas a considerar la medicina a distancia como clave para abordar los nuevo retos en el ámbito asistencial. Incluir la asistencia a distancia permite reducir costes y optimizar los recursos.

Todos los especialistas en medicina coinciden en que el destino de la medicina incluye en buena parte una asistencia a distancia. Este nuevo concepto de medicina busca revolucionar la forma en la que los pacientes son capaces de interactuar con todo el sistema de atención de salud.

Y es que, la asistencia a distancia, bien enfocada y con la ayuda de la tecnología, en realidad lo que hace es acortar distancias. En este sentido, una de las apuestas de la medicina privada precisamente es utilizar la tecnología para fortalecer el vínculo entre paciente y profesional, ofreciendo asistencias a distancia, más personalizada, y con un seguimiento más continuo. Todo ello gracias a la tecnología adecuada.

Por supuesto es un reto que las personas mayores utilicen la tecnología, pero se ha demostrado que, si se hace bien, las personas mayores son las que más agradecen este servicio, ya que se sienten más acompañados y evitan desplazamientos dificultosos. Con el enfoque adecuado, se sienten más cuidados y protegidos.

Ahora bien, para que acorte – y no aumente – distancias, el quid de la cuestión radica en enfocar la telemedicina y la teleasistencia desde un punto de vista de poner al paciente en el centro y procurar una continuidad entre la presencialidad y la distancia.

Hoy en día, la tecnología permite la monitorización a distancia, de forma totalmente desasistida; medir la glucosa en la sangre, niveles de oxígeno, presión arterial, arritmias cardíacas, etc. ahora se puede hacer a distancia, sin que el paciente tenga hacer nada y sin intervención del profesional. Esto aumenta la calidad del servicio y hace que el paciente esté mejor atendido las 24 horas.

Pero para que se perciba como una mayor personalización en la asistencia, hay que cuidar aspectos como:

  • La continuidad entre la visita presencial y el seguimiento a distancia
  • Poner al paciente en el centro de toda actividad

Estos son los dos pilares sobre los que deben descansar una asistencia a distancia para que sea de calidad.

La continuidad – o continuum – es la percepción que tiene el usuario referente a la coherencia entre los diferentes puntos de contacto que mantiene con los servicios asistenciales, a lo largo del tiempo. Engloba diferentes áreas: continuidad de relación, de información y de gestión.

asistencia a distancia

La continuidad de relación hace referencia al vínculo entre el paciente y su médico, ya sea de atención primaria o de atención hospitalaria. La continuidad en esta relación se percibe a medida que la asistencia a distancia sea un complemento enriquecedor a la asistencia presencial y que la alternancia entre una forma y otra sea fluida.

La continuidad de información hace referencia a la transferencia de la información clínica entre las diferentes unidades.

Y la continuidad de gestión hace referencia a la coherencia de los cuidados establecidos para el paciente y a la facilidad que tiene el paciente para acceder a ellos.

La tecnología, que se concretaría en un portal/app para el paciente, posibilita una asistencia a distancia, pero para que sea de calidad, esta tecnología debe estar pensada para:

  • Promover una continuidad entre la parte presencial, las diferentes unidades asistenciales y la asistencia a distancia. Y eso pasa por una buena integración con el HIS y una uniformidad en la plataforma de software.
  • Facilitar el trabajo al profesional asistencial, lo que también se logra con la integración y la uniformidad de la tecnología empleada.

En definitiva, a la hora de plantear un portal para el paciente, para ofrecer una asistencia a distancia como complemento a la asistencia presencial, no sólo se debe valorar la tecnología en sí, sino su posibilidad de integración con la tecnología existente (el HIS).